Comienza a trabajar en el teatro como meritorio a principios de los años 30 en la compañía de Antonio Vico y Carmen Carbonell, y más adelante en la de Loreto Prado y Enrique Chicote. Sin embargo, no debuta en el escenario hasta 1934 con la compañía de Casimiro Ortas.
Tras la contienda civil, en la que se ignora dónde trabajó o si sirvió en el bando nacional, comenzó como tenor cómico de zarzuela, formando parte a comienzos de los cuarenta de la compañía de Salvador Videgain. A finales de esa década se inicia en un género teatral entonces en boga en España, la revista, y participa entre otras obras, en La de los ojos en blanco o Que me la traigan. En los siguientes años, continúa abundado en el género, que compagina con comedias (My Fair Lady, Préstame un billoncito, Comedia sin título, de Federico García Lorca) o incluso zarzuela como tenor cómico (La Gran Vía).
En los años cincuenta intentó montar su propia compañía, pero el proyecto fracasa y Alfonso del Real queda prácticamente en la ruina. Se retira entonces del mundo del espectáculo y se convierte en administrador de los negocios de su amigo, el también actor Manolo Morán.
De vuelta a la escena, debuta en el cine en 1962 y pronto se convierte en uno de los rostros más destacados en el género de la comedia. Su peculiar físico, su menuda estatura, su tono de voz y sus ademanes lo convierten en el actor adecuado para interpretar numerosísimas comedias a lo largo de cuatro décadas. Durante ese tiempo interviene en más de cien títulos bajo las órdenes de cineastas como Fernando Fernán Gómez, Pedro Lazaga, José Luis Sáenz de Heredia, Vicente Escrivá, José María Forqué y en 23 ocasiones, con Mariano Ozores.
Durante esa época continua su carrera teatral, interviniendo en los montajes de El señor Adrián el primo (1966), de Carlos Arniches, Los malhechores del bien (1966), de Jacinto Benavente; Así es (si así os parece) (1967), de Luigi Pirandello; Los bajos fondos (1968), de Máximo Gorki; Tres sombreros de copa (1969), de Miguel Mihura; Spain's Strip-tease (1970), de Antonio Gala y más adelante Un paleto con talento (1975), El retablillo de Don Cristóbal (1986), de Federico García Lorca, La enamorada del rey (1986) y Martes de carnaval (1995), las dos últimas de Valle-Inclán.
Rostro asiduo también en televisión, ha intervenido en decenas de títulos representados en espacios como Estudio 1, además de protagonizar, junto a Antonio Casal, la serie Plinio (1971), presentar durante un tiempo el programa Gente joven (1977) e intervenir en el espacio de humor Sumarísimo (1978-1979), de Valerio Lazarov, así como Farmacia de guardia (serie de TV) (capítulo en el que Sandra, de La Gata Con Botas, quiere casarse con él).